Víctor Hugo Alvitez Moncada / “Pisadiablo”
YAMANDÚ ALTAMIRANO
¡las redes y remos de la esperanza siguen de pie!...
Permítanme esta noche hacer una mención especial de reconocimiento y gratitud a nuestros declamadores e intérpretes de los poetas, fieles herederos de la tradición artística de nuestro laureado declamador nacional Jorge Campos Llaque, (Chachapoyas, 1914-Lima, 1978), de larga residencia en Chimbote y quienes brillaron en nuestro Puerto con propia luz, en distintas épocas, enalteciendo recitales poéticos como expresión exacta de la poesía con mucho arte, denuedo y pasión: Jorge Cúneo García, Raymundo Echeandía del Castillo, Violeta Orbegoso Ríos, Lucas Dhaga Romero, César Napoleón Quiroz, Jorge Carrillo Castillo, Irene Arias Romero, Hilda Carmona Gutiérrez, Roberto Díaz Valencia, Yamandú Altamirano Julca, Jorge Alvarez Bocanegra y Bladimir Puescas Vilchez.
Yamandú Altamirano “El Declamador de América” ¡Vuelve!... así titula la Universidad Nacional del Santa (UNS) e Instituto Nacional de Cultura (INC) al acto cultural de esta noche, 16 de diciembre, como tributo y homenaje al 99° aniversario del Distrito de Chimbote y 21 años de creación de la Primera Casa Superior de Estudios, el retorno a Chimbote y a las “tablas” del prestigiado artista, como aquella alborada inicial de la década de los ’90 para obsequiarnos su arte declamatorio a brazos y corazón tendidos llenos de amistad, devoción e identidad a la Tierra/Puerto que otrora vibrara con la elocuencia de su imponente voz, elegancia y estilo personal inquieto, dejando un surco profundo en la espuma blanca de nuestro ser y mar de esperanza en el oleaje de la cultura porteña.
Virtuoso y multifacético, destacado orador y especialmente Declamador, Yamandú Altamirano Julca llegó al mundo en enero de 1952, en Marcabalito, Provincia de Huamachuco, Departamento de La Libertad; coterráneo de grandes inspiradores: José Faustino Sánchez Carrión, César Vallejo, Ciro Alegría, Abelardo Gamarra “El Tunante”, entre otros distinguidos personajes. Anteriormente esta provincia abarcaba los territorios de Santiago de Chuco, Otuzco y Cajabamba; o al decir del poeta Bernardo Rafael Álvarez (hermano mayor de Jorge) los ríos no son límites que separan los pueblos, “es en verdad una costura que nos junta”. Estudió primaria en Huamachuco y secundaria en Trujillo -y aunque Ud. no lo crea o parezca- nuestro ahora Doctor en Educación y a punto de alcanzar otro Doctorado en Filosofía y Estética en la Universidad de Barcelona, a dónde partirá en breve- terminó su primaria a los 27 años de edad y secundaria a los 33, por razones de trabajo y enfrentar la vida muy tempranamente. Inicialmente se graduó como profesor de Artes Plásticas en la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes (Lima) y en Educación por el Arte en la Escuela Superior de Bellas Artes en Trujillo. Sociólogo por la Universidad Nacional “José Faustino Sánchez Carrión” de Huacho; Licenciado en Educación y segunda especialización en Tecnología Educativa, Magíster en Ciencias de la Educación, estudios realizados en la Universidad de La Habana–Cuba en convenio con la Universidad San Pedro de Chimbote; es decir, todo un ejemplo y entrega de superación y optimismo profesional. Actualmente se desempeña como Docente en las Escuelas de Post Grado en las Universidades: Federico Villarreal e Inca Garcilaso de la Vega, en Lima; Hermilio Valdizán de Huanuco y José Faustino Sánchez Carrión de Huacho. Además es Profesor Principal de la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes (Lima) desde el año 2002. Autor del libro: El arte de la oratoria.
Ha dicho que en 1990 –siendo estudiante universitario en Huacho- se acerca con temor y atrevimiento a recitar los versos de César Vallejo y alguien le dijo que lo hacía bien, él lo cree y continúa recorriendo ese inmenso camino de alegrías y penurias trajinado por nuestro vate por una larga data que lo han de llevar durante estos últimos tiempos por todo el Perú y algunos confines de nuestra América Latina: Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia. En 1991 llegó a nuestro “Puerto de Oro” – Chimbote, inicia laborando como profesor de Teatro y Oratoria en la Universidad Nacional del Santa, desde donde compartió sus mil inquietudes artísticas con el Instituto Nacional de Cultura y otras instituciones sociales y educativas, como las del Club Provincial de su pueblo natal; posteriormente pasa a la Universidad San Pedro donde es profesor de teatro y Jefe de Arte y Cultura, hasta el año 2001.
Llegó entonces 1992 y con él las celebraciones del Primer Centenario del Nacimiento de su célebre paisano César Abraham Vallejo Mendoza, el poeta universal, fecha memorable recordada en el Perú y el extranjero. Chimbote no estuvo ausente y en conferencias, homenajes, recitales, etc. aparece con esclarecida luz el real declamador de la obra vallejiana Yamandú Altamirano, y quien más que él para sentir de verdad el sabor y olor de la tierra a la que Vallejo le cantó y elevó eternamente.
Para estas celebraciones centenarias, se hallan en Chimbote –así como esta noche y es digno destacar- Yamandú Altamirano Julca y Jorge Álvarez Bocanegra, dos estentóreas voces que engalanaron los escenarios y en un inolvidable “mano a mano” revivieron el alma de Vallejo en este Puerto, donde tuvo presencia algunos de sus familiares descendientes residentes del “Cholo Universal”. Fecha memorable que se inscribirá en los verdaderos anales del arte y la historia, la memoria colectiva no olvida, por eso la importancia de este retorno y reencuentro de Yamandú Altamirano con el arte, el puerto, su gente y el tiempo. Nuestras nuevas generaciones también tienen el honor y debe4r de conocer, escuchar y asombrarse en estas voces que no se apagarán jamás en el corazón y alma de quienes seguimos festejando la providencia de la creación y de sus genuinos intérpretes.
El año 1994, Chimbote fue sede del I Encuentro Internacional y VI Nacional de Poetas “Juan Ojeda Ojeda” presidido por el Dr. Víctor Unyén Velezmoro, Yamandú Altamirano volvió a fulgurar, ganándose el reconocimiento de “El Declamador de América” así recorrió el Perú y el extranjero. Paralelo a su misión y antes de despedirse temporalmente de Chimbote, había plasmado su arte en dos cassetts sobre la poética de César A. Vallejo y de la poesía universal –de acuerdo al tiempo y la tecnología- posteriormente ha de continuar tan importante misión a través de discos compactos más conocidos como CDs. que esta noche nos orgullecemos conocer y presentar con la finalidad de perdurar el largo trajín de un hombre convencido y comprometido con un feliz destino, declamar a los cuatro vientos, en todo escenario y alto estrado la “voz genial que viene del pueblo y va hacia él” esta vez en tres importantes CDs que verdaderamente vuelven a añorar el pasado y colocar en los pedestales más prolijos el sentimiento puro de la poesía y de los más connotados vates: César Vallejo, sus mejores poesías; Antología de la Poesía Hispanoamericana y, Grandes Poetas de Huamachuco.
En “César Vallejo, sus mejores poesías” incluye 18 de sus más connotados y conocidos poemas: Masa, Piedra negra sobre piedra blanca, Los dados eternos, Los heraldos negros, Espergesia, El pan nuestro, Nervazón de angustia, La cena miserable, Idilio muerto. Además: Deshora, Madre me voy a Santiago, Estáis muerto, La rueda del hambriento, Hoy me gusta la vida mucho menos, Los nueve monstruos, Los desgraciados, El buen sentido, España aparte de mí este cáliz.
El segundo CD: “Antología de la Poesía Hispanoamericana” aparece las preclaras inspiraciones de José Santos Chocano: Nostalgia, Nocturno de la copla callejera, Canción del camino y La vida náufraga; Manuel Scorza: Epístola a los poetas; Alejandro Romualdo: Hermanos de América; Pablo Neruda: Poema 20; Federico García Lorca: La casada infiel; Miguel Ramos: El seminarista de los ojos negros; Juan de Dios Peza: Reir llorando; Rafael de León: Todito te lo consiento y Juan Gonzalo Rosse: Carta a María Teresa.
Debo destacar el tercer CD “Grandes Poetas de Huamachuco”, donde el declamador Yamandú Altamirano, vuelve al lar de su origen para realzar la límpida trayectoria de las antiguas y nuevas generaciones de poetas de su tierra, quienes igual que César Vallejo, se internan en el místico encanto y entrañas del Ande telúrico, el amor, el paisaje, las tradiciones y costumbres, la esperanza; incorporando incluso su propia voz. Aquí están para nuestro conocimiento y homenaje: Augusto Escalante, Néstor Gatañaduí, Clodomiro Guevara “Clomagge”, Carlos Guevara, Bernardo Gamarra, Ciro Alegría, Abelardo Gamarra “El Tunante”, César Vallejo, Francisco Ledesma, Federico Abril, Luis Cevallos y Yamandú Altamirano; en elocuentes poemas como: A José Faustino Sánchez Carrión, A mi tierra, Cantar, Cancha, Los arrieros, Los campesinos, Desensillando, Oración al maguey, Canción serrana, Campanas muertas, Por la cuesta de Cumbicus, A mi hermano Miguel, Vaso roto, Cosas tristes, Elegía a mi madre, Flor de sangre, El buen sentido y A César Abraham.
En la importante revista HUAMACHUCO (1991) editado por Flavio López Solórzano y prestigiosos colaboradores de esa hermosa tierra, el Dr. Julio Galarreta Gonzáles, incluye el interesante artículo “Huamachuco en la Cultura Peruana” y con respecto al campo de las letras rescata lo siguiente: “Aída Vidal de Gamarra había escrito ‘Huamachuco es tierra pródiga en poetas’. Como no había de ser tierra pródiga en poetas si toda ella es un fascinante y telúrico emporio de poesía, cuya diorámica diversidad de paisajes se une al encanto evocador de sus leyendas y al prestigio irradiante de su historia.
La prodigalidad de los inspirados de las musas tiene su probanza en mi libro titulado POETAS DE HUAMACHUCO, en el que presentó una antología somera de 16 poetas. Esta galería de líridas se inicia con Sánchez Carrión y termina con el poeta popular y repentista Juan Villalobos “El Tigre”. El Solitario de Sayán, seudónimo de Sánchez Carrión, pudo haber sido al lado de Mariano Melgar y José Joaquín Olmedo, el gran poeta de la Emancipación si su vida tempestuosa de agitador ideológico y de propagandista de la gesta libertaria no le hubiera negado la tranquilidad y el tiempo necesario para prodigarse y sazonar poéticamente. En el último Haravicu, seudónimo poético de Abelardo Gamarra, hubo tres fases: la del poeta lírico, intimista, sentimental; la del aeda nativista de recia y tremenda inspiración indígena; y la del cantor popular, letrillero y coplero vernacular. En Ciro Alegría hubo innegable destino de poesía evidenciada en la dimensión poética de su novelística y en su propia creación lírica… Si César Vallejo es el poeta eterno y universal, ácido –trépidamente y primigenio- a la raíz telúrica del Ande huamachuquino. Clodomiro M. Guevara (Clomagge), por la autenticidad temática y expresiva de su poesía y por la presencia de la querencia andina en el encanto vernacular de sus versos, es el genuino poeta del terruño. Néstor Gastañaduí, poeta de égloga y agonía, pues en su poesía fraternizan la emoción y la belleza de la vida provinciana con el tremor dramático de un civismo pugnaz y dolido…” continuando la cita de otros igualmente destacados poetas y que Yamandú Altamirano los hace cantar juntos en su indeclinable trabajo y arte declamatorio como ofrenda a la tierra que lo vio nacer, fortalecido y sin desprenderse nunca del espíritu de sus antepasados Huachemines y Huamachucos
Es mejor que escuchemos a esta alta y viva voz, estremecedora e imperecedera de Yamandú Altamirano Julca. Esta es la mano firme de tu Puerto entrañable levantando estandartes de libertad y sendas faenas en el cielo claro-azul-rojizo-despejado de bonanza y boom espiritual y seguir pescando el amanecer de un nuevo siglo en plena modernidad y globalización.
¡Bienvenido Hermano, antes que los pájaro cochos dejen de cantar, las redes y remos de la esperanza -entre olas y gaviotas blancas- siguen de pie!...
Puerto de Oro, 16 de Diciembre de 2005.
Leído por el autor, la noche del 16 de diciembre en el acto cultural: YAMANDÚ ALTAMIRANO: ¡Vuelve!...organizado por la Universidad Nacional del Santa en el local del remozado Instituto Nacional de Cultura.
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