Friday, August 30, 2013

ESTUDIANTES SANMIGUELINAS OBTUVIERON SENDAS MENCIONES HONROSAS EN CONCURSO INTER REGIONAL DE CUENTOS “ACHKIY” (LUZ) / Víctor Hugo Alvítez Moncada


Crónicas de Pis@diablo                                                      LIBROS PARA SAN MIGUEL

ESTUDIANTES SANMIGUELINAS OBTUVIERON SENDAS MENCIONES
HONROSAS EN CONCURSO INTER REGIONAL DE CUENTOS
“ACHKIY” (LUZ)

Víctor Hugo Alvítez Moncada

 

I

Las entonces estudiantes sanmiguelinas Katia Melissa Cubas Chávarry y Melissa V. Pérez De la Cruz, de la hoy Institución Educativa Pública “San Miguel”, antes Colegio Nacional Mixto “San Miguel” obtuvieron sendas menciones honrosas en I Concurso Escolar de Cuentos ACHKIY (Luz), organizado por empresa de energía eléctrica Hidrandina a nivel inter regional: Ancash, La Libertad y Cajamarca, realizado el año 2008, en cuyo libro antológico publicado en julio del 2009; aparecen trabajos ganadores de estudiantes de estas tres regiones del norte del país que hoy tratamos de comentar y difundir al recibir un ejemplar de manos del siempre dilecto amigo y eximio guitarrista profesor Hugo Pérez Quiroz, padre de una de las inquietas educandas.


Prof. Humberto Quiroz Quiroz, director de I.E. "San Miguel", acampaña -como tiene que ser- a sus discipulas: y creditos literarios Melissa V. Pérez De la Cruz y Katia Melissa Cubas Chávarry, en ceremonia de premiacion. 
 

No podemos dejar pasar por alto esta importante noticia que orgullece al querido terruño de San Miguel siempre pródigo en artistas y escritores, semillas perdurables henchidas de ejemplo a nuevas generaciones, germinando nobles esperanzas en fraganciosas ramas de nuestros infinitos eucaliptos, meciéndonos en perseverante paz aguardando huellas indelebles y caminos trajinados por maestros y escritores que legaron sensibilidad y existir a nuevas almas como los reconocidos paradigmas del saber sanmiguelino: Nicolás Saravia Quiroz, Octavio Lingán Célis, Demetrio Quiroz Malca e ingente cantera de Pisadiablos que continúan vertiendo su sangre al torrente sanguíneo del ser y conocimiento; mereciendo admiración y gratitud.

Por la región Cajamarca, los ganadores del primer al cuarto puesto del concurso fueron: Emmanuel Puch, María Moreto, Luis Miguel Escurra y Yeri Reyes, con los siguientes cuentos: “El dios de la luz”, “El juego del ‘Colorado”, “Recuerdos de mi abuelito” y “Crónica de un encuentro de amor”; correspondientes a  instituciones educativas: Alexander von Humboldt de Cajamarca, Santa Rafaela María de Chota, San Joaquín y Santa Ana de Cutervo y San Martín de Tours de Jaén y, en menciones honrosas: Adriana Chávez del San Agustín de Cajamarca, Katia Cubas de San Miguel, María Romero del Ramón Castilla de Cajamarca, Tatiana Córdova de Nuestra Señora del Rosario de Cajabamba y Melissa Pérez de San Miguel, respectivamente.

Alentador porvenir que deberíamos insistir desde venas estudiantiles en todas y cada una de nuestras instituciones y niveles educativos mediante concursos internos de ciencias, letras, artes, deportes, etc. convocados por empresas, UGEL San Miguel, municipalidades provincial y distritales, institutos superiores, para sumar inquietudes y continuar con eventos similares a nivel regional, nacional y hasta internacional como aquel obtenido en 1977 por José Carlos Padilla Castro, alumno del cuarto año de nuestro colegio, con el cuento “La minshula” en concurso organizado por Convenio Andrés Bello, con sede en Bogotá, Colombia.

En Achkiy, asumen los organizadores la responsabilidad social que tienen para contribuir al desarrollo del país, siendo una de sus metas elevar el nivel de comprensión lectora, éste tan venido a menos los últimos años, en cerca de cinco mil estudiantes que en forma directa o indirecta participaron en talleres con apoyo de maestros y padres de familia: “… nos propusimos motivar y aportar en la creación literaria con algunas nociones de construcción y manejo literario, lo que implicaba una mejor lectura y comprensión de textos. Para ello, recurrimos a notables escritores de reconocida trayectoria, quienes se desplazaron por las diferentes Instituciones Educativas y en concurridos seminarios capacitaron y motivaron a los estudiantes, aportando los conocimientos de su amplia experiencia”, según palabras de presentación del Dr. Genaro Vélez Castro e Ing. Elba Rojas Álvarez, presidente del directorio y gerente general, respectivamente de empresa Hidrandina S.A. Distriluz.

Entre tanto, nuestro reconocido amigo escritor e ingeniero Bethoven Medina Sánchez de vetas literarias y agronómicas de la Universidad Nacional de Cajamarca; autor de Necesario silencio para que las hojas conversen, El arriero y la montaña bajo el alba, o Ulises y Takaynamo en ultramar, entre otras exitosas publicaciones; presidente del jurado calificador para la región cajamarquina junto a nuestros escritores paisanos: Jaime Abanto y William Guillén Padilla; en aliciente prólogo: “Hágase la luz, por siempre”, apunta: “… En nuestro país, en donde no existe una política cultural definida, es aún más complicado hablar de creación literaria juvenil, categoría cultural-social sobre la cual no existen proyectos ni desarrollos conceptuales(…) Debemos tener en cuenta que, los jóvenes en los países en desarrollo conforman el segmento de mayor crecimiento de la población mundial. Por lo tanto, los jóvenes de Perú, no sólo son el futuro, sino también el presente(…) Por ello la juventud debe tener conciencia crítica, identidad nacional y participación en el desarrollo socioeconómico”.


II

Los cuentos “La muerte de un ángel” y “El pecado de una inocente”, de nuestras nóveles escritoras Katia Melissa Cubas Chávarry y Melissa V. Pérez De la Cruz, ambos están rodeados de fatalidad y crueldad, rescatando mucha esperanza o valores que nos harán reflexionar siempre y en especial a los jóvenes cuando se trata de valorar la vida; el paisaje y ambiente donde se desarrollan los hechos es el nuestro, enmarcado de su propia identidad, costumbres y hasta palabras muy propias o habla popular como por ejemplo ‘alalay’ de raigambre quechua.

En el primer caso, es la historia de un hombre humilde, pleno de valores; hijo de padre agricultor, solidario, respetado y, madre abnegada que gustaba del tejido como todas las sanmiguelilnas, dulce, amable y tierna. Hasta que el joven de 18 años despreciando estudios de ingeniero minero que deseaba su padre, se enamora perdidamente de Rosita bella mujer campesina como él, decidiendo ‘robarla’ un día a las dos de la mañana, ella al hombro su alforja presta a subir al caballo –cual añeja costumbre de nuestro pueblo de robar muchachas- y al estilo bandolero adueñarse de bellas hijas de resplandeciente naturaleza, hasta llegar a su casa y hacerla de su familia; pedirla a sus padres en matrimonio y disculparse del ‘robo’ para luego alcanzar la felicidad, ver la llegada del primer vástago ante apuros de no encontrar partera tras su búsqueda y desesperación, asumir la responsabilidad con entereza y amor: ‘… Cogí la hoz que estaba colgada en la pared, agarré la tripa como manojo de trigo y lo corté…’.  Miguelito, así lo llamó por nacer el 28 de setiembre a aquel robusto, cariñoso y engreído niño, criado con leche de ovejas, ollucos, quesillo con miel, mote, caldo verde, quien fue creciendo; corriendo a la escuela y aprendiendo a trabajar la chacra. Hasta que el padre enloqueció al conocer el amor de otra mujer, Elvira, generando discusiones y golpes a su otrora querida Rosita, ante defensa de su hijo Miguelito quien acompañado de su perro Príncipe esperaba defender a su madre. Envenenado y enceguecido por el licor y falso amor de esa mujer, un día, sacó su machete y enfurecido arremetió contra su hijo creyendo que era Elvira, le partió la cabeza y luego lo enterró; ante su ausencia, la madre y el perro desesperados buscaban al amado hijo y amo, encontrándolo el animal con su olfato y tras cavar con sus manos  la reciente fosa donde yacían los restos de Miguelito, dando parte a las autoridades siendo el padre malhechor puesto tras las rejas.

Así termina este cuento, a veces de la vida real y fantástico a la vez con profunda tristeza,  ejemplo para los jóvenes de hoy.

En “El pecado de una inocente”, Melissa V. Pérez De la Cruz, nos cuenta que Margarita ve morir a su madre luego de estar sufriendo de dolor, incluso le pide ir al pueblo en busca de un cura, desafiando caminos, la noche, la lluvia, el peligro: “Cuando casi llegaba a mi destino, la neblina empezaba a alejarse de los techos del pueblo como se marcha el alma después de la muerte(…) ¡Mi mamita está muriendo!, ¡quiere verlo!(…). No me dejes, no, no mamita, -le dije-, acarició mi rostro y sonriendo me dijo, no llores mi Margarita, no llores. Nunca me olvides, esas fueron sus últimas palabras (…). Manchas maullaba presagiando el final y sin poder contener el llanto no sabía qué hacer. Puso su mano nuevamente en mi rostro y de pronto cayó como una mariposa que cumple su ciclo de vida. Mi madre agonizaba y lentamente cerraba sus ojos como los luceros que se apagan en la eterna e inmensa oscuridad…” continuando la desgracia para esta niña cuando su padre al poco tiempo conoce otra mujer, haciéndole la vida imposible al padre viudo e hija huérfana alimentada de odio y rencor, enfurecida la niña coge un cuchillo y apuñala a la mala mujer, culpándose el padre del cruel asesinato. En este relato también la autora de paso alude la procesión del Arcángel San Miguel: “Recuerdo cuando mi amá me llevó a pasear al parque del pueblo, era la Fiesta Patronal y mientras ella se detenía a descansar, subí en una banca para observar al Santo Patrón, llevado en un anda. Le pregunté ¿Quién es?, es un ángel que bajó del cielo, en su mano izquierda lleva la balanza de la justicia, es para pesar los premios y castigos de cada persona, en la mano derecha lleva una espada para atacar y matar al diablo que lo tiene bajo sus pies por haber sembrado la envidia, el odio, el maltrato, en rencor en las personas, y las dos alas le sirven para volar al cielo –me respondió-…”

Nos queda la miel en los labios de saber que la juventud sanmiguelina esforzada e independientemente puede alcanzar logros tan significativos para nuestras instituciones educativas y nuestro pueblo; sin embargo, serán las autoridades, padres de familia y sociedad en su conjunto quienes definan, orienten, apoyen y respalden todas estas inquietudes del alma soñando un mañana mejor, nuevos seres colmados de sensibilidad, generosidad y amor por lo suyo. Entre tanto, creemos que San Miguel, continúa encausando sus sentimientos por verdaderos caminos hacia la grandeza y porvenir, apostemos por él. Gracias Katia Melissa y Melissa Victoria por despertarnos y volvernos a la vida después de largo letargo y atiborrado aturdimiento del que estábamos anegados, asfixiándonos. Un cuento, un poema, una canción para volver a ser niños. Siempre las obras del intelecto serán más hermosas, grandes y mejores que las tan acostumbradas, rimbombantes, frías y obstinadas de fierro y cemento.

Julio, 2 013